Una banda joven lleva a redescubrir las luces y sombras de Lanús a través de una fusión de funk, jazz y rock progresivo
En el Conurbano Bonaerense surgieron grandes talentos, como Los Piojos, Sumo o Divididos, por lo que en uno de mis viajes a Lanús decidí escuchar a una banda joven en un pequeño teatro. Me sorprendí al encontrarme con una performance que combinó actuación y canto, así como temas originales sobre la propia localidad – un detalle que llamó completamente mi atención. Hoy, tendrán el gusto de conocerla.
Conociendo a la banda
Crisol es un grupo de piano rock de tres integrantes, que se reúne en el centro de Lanús. Matías Tapicer está en el bajo, Álvaro Mirabelli en el teclado y Francisco Mirabelli como voz. Los tres se conocen desde el jardín de infantes, pero no fue hasta el final del secundario que conformaron la banda.
El nombre «Crisol» surgió de la intención de mezclar varios estilos, luego de «un brainstorming intenso, que quién sabe cuánto duró».
Su primer show fue en el 2022 y desde entonces tocaron en distintos centros culturales por zona sur, entre Banfield, Lanús y Lomas de Zamora. Se presentaron inclusive en El Refugio, teatro donde estuvieron Liliana Herrero y la Mississippi.
Un detalle central es la estética de la banda, que gira alrededor de la teatralidad. Es tan pintoresca como su nombre promete: bajista y tecladista están de traje, mientras que el cantante va vestido de colores y emplea utilería a la hora de actuar ciertos temas.

Crisol, en profundidad
Inspiración
Para una banda con tanta personalidad, el secreto recae en la inspiración: tres cabezas piensan mejor que una. «La inspiración viene de todo sitio. Muchas veces uno trae una idea más o menos completa y la trabajamos juntos», afirman.
El proceso creativo no se detiene nunca: «Siempre tenemos melodías y progresiones de acordes dando vueltas. Solemos componer bastante», dicen.
Esencia
Muchas cosas hacen que Crisol sea una banda distinta al resto de las que se encuentran actualmente en la escena musical.
- La mezcla entre rock, funk y rock progresivo.
- La performance, que da vida a las canciones en cada interpretación.
- La inventiva en la armonía y el ritmo de los temas. Se presta atención tanto en las letras como al instrumental.
Público
«Nos gustaría llegar sobre todo a un público joven», expresan. Su intención es que los oyentes puedan identificarse con las canciones. Pero aclaran que «cualquier persona que quiera escuchar lo que hacemos es bienvenida».
Algunos de los temas que Crisol trata en sus canciones son la identidad local, la historia y la fantasía. También problemáticas de la salud mental, como la soledad o la ansiedad. «A veces hacemos chistes sobre inventar un nuevo subgénero: funk sobre salud mental«, bromean.
Tocar en vivo
Estar frente al público es una experiencia única. A algunos los paraliza el miedo, otros sienten los nervios en la previa pero se sienten revitalizados en el escenario. Los integrantes de Crisol nos cuentan cómo lo viven.
Álvaro
«Tocar en vivo es una experiencia muy desafiante, ya que se deben controlar muchas variables: si se escucha bien o si estamos tocando adecuadamente.», afirma. Más allá de la presión, intenta concentrarse en lo que tiene que hacer en el momento. «Disimulo cualquier desprolijidad, y cuando puedo miro al público para testear la reacción de la gente», concluye.
Matías
«Me presiono demasiado, pero los nervios suelen motivarme para tocar lo mejor que pueda«, explica. De esta manera, presta más atención de lo normal. Y destaca: «me han dicho incluso que toco mejor en vivo que practicando tranquilo».
Francisco
Los nervios están en la previa al show, pero una vez en el escenario se disipan. «Confío en las letras y en las dramatizaciones, donde aprovecho los recursos que aprendí en las clases de teatro que tuve en Espacio Disparate», comenta.
En cuanto a la performance, un consejo que Francisco ofrece es que «encarnar un personaje da la posibilidad de no tener que enfrentarse de forma tan directa al escenario», a su vez que «permite explorar nuevas facetas de tu yo performático».

Grabar siendo una banda indie
Para un grupo sin una discográfica, todo cuesta el doble. Ahora, tienen en mente grabar un disco, pero sus planes se verán demorados dado que ellos deben ocuparse de todo el proceso. Sin embargo, según asegura el bajista, «hicimos avances y estamos tratando de centrarnos en sacar nuestros primeros singles y un primer EP«.
«Muchas bandas emergentes optan por producir y grabar todo por su cuenta, lo cual tiene el beneficio de la independencia y la flexibilidad del tiempo, pero tiene la desventaja de que no hay un apoyo económico ni profesional detrás«, señala Tapicer.
Lo básico ya lo tienen. Como requisitos mínimos para hacer «un estudio» en casa, el músico detalla que se necesita de una buena computadora, auriculares de calidad, parlantes, micrófono, placa de sonido, aislantes y – por supuesto – los propios instrumentos.



Deja un comentario